SUSPENSIÓN NEUMÁTICA
La suspensión neumática o también llamada suspensión por aire es un tipo de suspensión utilizada en vehículos en los cuales se utiliza un compresor para mantener el vehículo a la altura correcta en lugar de los muelles de compresión convencionales. El compresor impulsa el aire a presión a un fuelle flexible que levanta así el chasis del eje hasta la altura deseada.
Este tipo de suspensión es más utilizado en vehículos de alta gama que busquen un mayor confort en la conducción o en vehículos pesados como camiones y autobuses. Se ofrece un mayor confort debido a que estas suspensiones, al contrario de las convencionales, no tocan el suelo directamente.
A continuación, mostraremos las ventajas y desventajas de esta suspensión:
Una de las principales ventajas es la comodidad y confort en carretera. Por ello muchos fabricantes de lujo recurren a este sistema eliminando amortiguadores tradicionales y permitiendo así una conducción mucho más suave.
Los cojines hinchables se ajustan al compresor para funcionar como un muelle, y al no estar en contacto directo se traduce en un menor desgaste mecánico. Eso sí, una reparación por mínima que sea no será precisamente barata. Gracias al ajuste que permiten estas suspensiones se podría llegar a ahorrar combustible y mejorar las prestaciones del vehículos.
Otra de las ventajas que tienen estas suspensiones es la flexibilidad que poseen para afrontar cualquier tipo de situación o terreno. Si buscamos confort en un viaje largo podemos elevar la altura del vehículo para evitar cualquier tipo de vibración o sonido. Además esta suspensión permite conseguir una mejor estabilidad en curvas al evitar el balanceo de la carrocería al girar.
En cuanto a las desventajas básicamente giran en torno al precio, desde una instalación extremadamente cara, unas posibles reparaciones que no se quedan cortas. Además,en la instalación de estas suspensiones se debe instalar además un tanque de aire en el coche, que generalmente es de bastante grande, lo que puede hacer muy pesado el coche.
El rendimiento y prestaciones en cuanto a una conducción deportiva es mucho peor que con un sistema de suspensión convencional, puesto que el cambio de presiones y de flujos de aire son demasiado rápidos, además afrontar a gran velocidad irregularidades en la carretera podrían significar la explosión o fallo de un fuelle, lo que llegaría a ser incluso peligroso.
Por eso, en prácticamente todas las competiciones de motor siguen utilizando sistemas de muelles o similares.
En la fórmula uno por ejemplo, emplean un muy complejo sistema de barras que acaban derivando en dos muelles "tradicionales" como vemos en la siguiente imagen.
Otro ejemplo es el WRC, donde las suspensiones han sido los componentes que más han evolucionado en los últimos años, incluso más que los motores.
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